dimecres, 21 de desembre del 2011

Vida

El cambio de bando no satisfizo a Vicente. Le dijo al sargento que él no era, bueno, que si podía encontrar a otros más dispuestos, pues mejor. ..El sargento lo entendió. Al día siguiente se le dijo que uno de los fusilados era seguramente primo de su mujer. El frente se hacía duro en aquel inicio del 37, con frío, mucho frío y sin saber de los suyos. Esto es lo que debe ser una guerra-se dijo-sin saber de quién fiarse. Pero le dio la vuelta. Se dijo que aquello no iba a durar toda la vida, que tenía que encontrar la manera de salir adelante, de reencontrarse con su mujer y su hijo y de retomar su vida.

dimarts, 3 de maig del 2011

El final de una etapa

Aquí acaba aquest conte. Falten coses que només pertanyen a la intimitat de les persones. Espero que us hagi agradat. El final segueix de la següent manera:

Vicente cruzó la frontera en medio del frío, la angustia y el horror de haber visto lo que había visto. Pero como dice la canción...

Diez mil veces que los tiren
diez mil veces los haremos
Tenemos la cabeza dura
los del cuerpo de ingenieros.

En el capítulo "La Carta" se decía:
"El sargento tuvo problemas. La nieve cubría casi todo el camino. Cruzar la frontera fue toda una odisea: controles, mal tiempo, enemigos…
Llegó al campo.
-Tengo una carta para una refugiada-dijo-
-Hay muchas refugiadas aquí, déjala y nos haremos cargo de ella.
Al sargento no le gustó la idea.
-Se perderá…Será mejor que la deje en algún sitio menos visible.
Detrás de la alambrada, con una piedra sujetándola!!! Pensó.
Dicho y hecho. –A Josefina-, decía la misiva.
Contento de haber cumplido la misión del comandante, empezó a pensar como volver al cuartel."


Un mes después Vicente cruzó la frontera con el salvoconducto que le permitía poder estar con su hijo y su mujer.
Después de pasar con ellos un tiempo, respondió por carta a la petición que le realizaban desde la Bretaña, en el norte de Francia, como fuerza de trabajo, en el bosque cercano a Rennes. Le ofrecían un trabajo para colectar la leña y ayudar con el carbón. Según indicaban los propietarios en la carta, el negocio iba a ser redondo, porque, entre otras cosas, Alemania estaba dispuesta a comprar toda la producción energética que pudiera.

dilluns, 18 d’abril del 2011

La cárcel

Entró en la cárcel. El dolor era inmenso. No sabía donde estaría Felisa. Huesca era un limbo desde el punto de vista de un hombre que venía de combatir a esos rebeldes que se decían nacionales. Juan, el hermano mayor de Arturo Morera, entraba en la cárcel de Huesca.

500 francos

La tarde era plácida. Abril en Bretaña es una transición correcta. Del frío se pasa progresivamente a una primavera amable, en que los árboles empiezan a florecer, el agua se serena y el sol, aunque frágil, alumbra lo suficiente.
Lena se levantó de la siesta. Esa costumbre española poco reconocida en el norte de Francia, a ella le serenaba, y no sabía porqué. Se levantaba de muy mal humor porque había soñado mucho...Ojos llorosos, labios apretados y manos en tensión. Aun así, era consciente de su propia identidad. En realidad se llamaba Elena, pero los franceses no habían entendido su nombre. Elena era demasiado complicado para ellos, sobre todo sin hache. Era consciente de que en realidad era una española de seis años, refugiada de padres republicanos y encima tenía que torear con los nazis, y con ese ambiente tan raro que se vivía en Francia en el año 46.
Decidió ir a ver a Joelle, su única amiga.
Al salir, su madre la retuvo: hay que ir a pagar el alquiler-dijo Josefina-toma este billete y se lo das a Madame Papay. Ten cuidado, son 500 francos.
Lena cogió el billete en su mano izquierda y salió por la puerta. Ouaouh!!! podría subir a los árboles con su amiga y comerse alguna fruta: ciruelas, manzanas...humm!
Giró la esquina. Joelle estaba allí, con las piernas colgando encima del murete.
-Où est-ce que l'on va?-dijo Joelle
Léna pensó:manzanas, ciruelas, o peras?
Y con su mano izquierda le cogió la mano derecha...

diumenge, 3 d’abril del 2011

Un paseo por las nubes

Josefina le deslizó el niño a Arturo, se apoyó en una piedra, y empezó a subir la montaña. Delante iba Juan, abriendo camino, seguido de un vecino de Barcelona que en el último momento se había apuntado a la travesía. Después de Josefina, que llevaba al pequeño en brazos, Arturo cerraba la fila. Habían desayunado pronto, a eso de las siete en el hostal, y pensaban que con suerte, podrían llegar a su destino hacia el final de la tarde. Con el dinero que Juan tenía podrían pagar lo necesario para que les trasladaran.
Arturo no tenía mucho miedo. Seguía a su padre, y por fin éste había entendido las ansias que su hijo tenía de poder contribuir, de ser útil con todo lo que estaba pasando. Se había tenido que pelear con él en algunas ocasiones porque él quería estar con su familia y con él, pero su padre prefería que siguiera los estudios. Después de estar separados por pocos kilómetros pero por un frente sin piedad en la misma provincia de Huesca, por fin había conseguido que su padre le tomara en serio y se reuniera con él para pasar la frontera.
Hacía calor. A eso de las doce se sentaron a descansar y sacaron los bocadillos y la bota. Desde allá arriba, el pirineo navarro se mostraba en todo su esplendor.
-Detrás de esa colina, si no voy equivocado, estará la frontera. Ya nos falta menos.
El señor de Barcelona sudaba, callado, pero su cara delataba ansiedad.-No creo que sea buena idea pasar, Juan, los requetés están por todas partes, y si nos pillan antes de cruzar nos fusilarán a todos.
-No tiene porque pasar nada, dijo Arturo. Su padre le hizo señal para que callara. -Si quieres puedes volver, estás a tiempo-le dijo. El hombre se levantó, y sin mirar atrás echó colina abajo retomando el camino de vuelta.
A eso de las cuatro y media, los viajeros llegaron a un puesto de vigilancia.
-Donde van? Dos hombres con uniforme requeté y fusiles en las manos les contemplaban, sentados en una improvisada y desconchada garita desde donde se divisaba toda la zona de la frontera. El sol era abrasador.
-A dar un paseo, al crío le viene bien el aire, y a nosotros estirar las piernas.
-Por ahí ya no hay nada más, sólo la frontera y algún campo yermo.
-Bueno, seguiremos un rato y luego volvemos.
-Déjenos al crío. Nosotros le cuidaremos. Si se pone a llorar en el medio del camino, les va a fastidiar la caminata.
-Bueno, ya le daremos la bota!-dijo Juan entre risotadas.
A eso de las ocho, a punto empezaba a oscurecer, Arturo vio el humo de una chimenea. Al llegar abajo se encontró con una casa, y en el portal un hombre sentado fumando pipa.
-Nous..sommes… France? dijo, con los pocos conocimientos que tenía de aquel idioma.
-Oui, oui,-dijo el hombre- Passez vous reposer. Vous avez l’ air fatigué…

divendres, 1 d’abril del 2011

Roncesvalles

Hacía mucho calor. Arturo, Josefa y Gerardo se disponían a iniciar la excursión. El verano de 1937, según se decía, iba a ser caluroso. Llegados a Pamplona!! pensó Joan Morera Purull. Con el dinero republicano de que disponía, negoció el camino a Francia a pesar de aquel señor de Barcelona que se había juntado al grupo.
Salieron pronto por la mañana. El objetivo era llegar a Francia, a través de la montaña, desde el puente de la Reina, y luego el camino por Roncesvalles hasta el país de la libertad. Allí podrían reconducir el camino y salir de la espiral irrespirable a la que asistían.
Con el crío al cuello, y el pequeño Arturo acompañándola, Josefina se sintió bien.

dijous, 31 de març del 2011

El nacimiento de Gerardo.

Noviembre de 1936. Era una noche oscura en la calle del Coso. Alguien alzó la mirada hacia la ventana con la luz encendida. Se oían chillidos.
Arturo Morera lo relata: Oía los chillidos de Josefina en la habitación de al lado. Corredizas para arriba y para abajo, habían venido las vecinas.
Este niño viene con la toma de Madrid! Dijo el médico. La toma de Madrid era evidente. Poco les faltaba a los nacionales para conquistar la capital si se organizaban bien.

dimecres, 30 de març del 2011

Frío, mucho frío.

Josefina calentaba sus manos y se las ponía en la barriguita a Gerardo como podía. También le soplaba con su aliento caliente.
-Dos añitos y medio…se decía. Ole, ole, mi niño ya crece. Y Vicente?
En el campo la vida continuaba. Las mujeres le decían todo lo que tenía que hacer: Si le sube la fiebre cúbrelo con paños calientes! Mira a ver como tiene el pene! a lo mejor le hace falta una operación! L e has mirado las mejillas? Las paperas son lo más común…No, perdona, el sarampión quiero decir…
Poco a poco, se decía ella, poco a poco.
-No sé de donde ha venido esto. A quien le toca?
Aurora tenía un papel en la mano.
-“Voy a pasar a Francia”! Menuda estupidez…
-De quien es eso?, algún inútil que nos ha dejado un anuncio? Dijo Paca. Paca llevaba unos meses en el campo. Deseaba que por lo menos la trasladaran a Argelès, un campo que tenía eco en todas partes, y avecinaba grandes cosas, no en el que ella estaba.
Aurora calló. No le gustaba que sus subordinadas le hicieran la pelota.
-Bien-dijo-en todo caso, que se sepa que ha llegado una carta de un tal Vicente que dice que va a pasar a Francia.
Josefina volvió a respirar.

La Carta

En enero de 1939 el tiempo era cálido. Vicente notaba que algo estaba cambiando. Después de su puesto como oficial de la República, y de instructor en el cuartel de Sant Cugat, sabiendo que sólo quedaba Madrid por defender, y que su hermano ya formaba parte de los requetés, había que actuar rápido. Antes de pasar a Francia tenía que tenerlo todo mínimamente controlado. Sabía que Josefina estaba escondida con Gerardo en algún lugar del sur de Francia. Francia, la única solución. El sargento le había dicho que tal vez por carta podría tener alguna información de donde paraba su mujer. La escribió.
“Voy a pasar a Francia. Espero estéis bien tu y el niño. Te quiero. Un abrazo”
Se la dio al sargento.
-Comandante, la entregaré en cuanto llegue.
El sargento tuvo problemas. La nieve cubría casi todo el camino. Cruzar la frontera fue toda una odisea: controles, mal tiempo, enemigos…
Llegó al campo.
-Tengo una carta para una refugiada-dijo-
-Hay muchas refugiadas aquí, déjala y nos haremos cargo de ella.
Al sargento no le gustó la idea.
-Se perderá…Será mejor que la deje en algún sitio menos visible.
Detrás de la alambrada, con una piedra sujetándola!!! Pensó.
Dicho y hecho. –A Josefina-, decía la misiva.
Contento de haber cumplido la misión del comandante, empezó a pensar como volver al cuartel.

divendres, 25 de març del 2011

Les medicines alternatives: sortir del coll d’ampolla de la sanitat

Entre tot el soroll que estem sentint durant aquests temps convulsos, n’hi ha un de molt preocupant: el debat sobre què fer amb la sanitat al país.
És un debat fonamental perquè afecta a tots els sectors de població, però a cadascun d’una manera diferent: n’hi ha que proven de buscar sortides al col•lapse de la sanitat augmentant la contribució dels pacients, n’hi ha que creuen que una sanitat pública i a l’abast de tothom és la única solució i no hi volen renunciar, i n’hi ha que només veuen solució en les mútues.
Crec que aquest és un debat massa polaritzat per tot el que ens hi juguem, i que en canvi té a veure amb la responsabilització de les persones sobre la seva salut.
Quan temps més podrem seguir pressionant un sistema que està baixant de qualitat i que no ofereix noves sortides per a les malalties que patim al segle XXI?
Hi ha altres debats que hem d’afrontar i com a mínim dos d’ells poden tenir ara per ara una solució en la legalització i ordenació de les teràpies alternatives: els genèrics front als medicaments de marca, les llistes d’espera i com reduïr-les. La trajectòria i importància de les medicines alternatives a Catalunya ha crescut en els darrers anys i aquesta nova manera d’entendre la salut s’exten a amplis sectors de població perquè funciona. L’acupuntura, la homeopatia, la bioenergètica, i altres tipus de teràpies són utilitzades cada cop per més persones en aquest país, i necessiten a més créixer per a poder seguir donant resultats. Però segueixen sense tenir un reconeixement públic i polític que els hi doni un espai adequat.
D’entrada l’homologació d’estudis d’aquestes medicines és una assignatura pendent a Catalunya, i constitueix un fre important a un desenvolupament responsable i ordenat. En segon terme, crec que el debat polític sobre aquest tema, tímidament tractat al Parlament de Catalunya, s'hauria de centrar en la salut com a referent i no en la sanitat com a sistema. Els polítics hi tenen una gran responsabilitat i cal que ara comencin a parlar amb serietat sobre aquesta qüestió i busquin els referents necessaris a Europa i al món sobre com oferir alternatives a la salut de la població davant d’un sistema col•lapsat. Les persones hi tenim molt a fer també per tal de donar a conèixer els avantatges d’aquestes medicines i assumir-les com a part de la nostra manera de fer salut.

dilluns, 21 de març del 2011

Y cómo fueron a parar allí?

El camino de la vida desde un Aragón en un estado español atrasado, arraigado a lo que da la tierra, lo bueno y lo malo, hacia una Bretaña moderna, secular y laíca en una Francia dividida entre los que quieren paz a cualquier precio y los que defienden ante todo derechos, a caballo entre una guerra civil interna y una guerra mundial, es digno de contar, más que nada por mostrar lo que significa una guerra en cuanto a desenraizamiento y pérdida del sentido de la vida. No sé hasta que punto una guerra por la libertad justifica el dolor que implica para los que la viven. Creo, por lo que se me ha relatado, que hay que pararse antes y pensar como mínimo en cuales serán las consecuencias de ese enfrentamiento, y si seremos capaces de encontrar soluciones para esas pérdidas. Eso, si no hemos sido capaces de encontrar alternativas a ese enfrentamiento.
Vicente cambió de bando. La radio clandestina que Josefina podía escuchar, ese abril del año 37, así lo confirmó. No se lo pensó dos veces: "hay que fusilar a unos prisioneros", le dijo el sargento.

divendres, 18 de març del 2011

El florecer de los árboles

Dingé es un pequeño pueblo pequeño, perezoso, situado a 35 kilómetros al sur de Rennes, en la Bretaña francesa. Un lugar casi idílico, si no fuera por las tormentas, la influencia de la marea alta y el carácter adusto. El pueblo en cuestión no tiene mar ni montaña, pero se deja llevar por las tendencias. Tiene una calle empedrada que surca la carretera hacia el Norte. A los lados de esa misma carretera se encuentran el farmacéutico, el enterrador, el panadero, el café…y poco más. Los otros víveres se consiguen por solidaridad y trueque.
Allí fueron a parar los Pena, una familia de refugiados españoles, venidos del exilio de una cruel y devastadora guerra civil. La guerra se lo había quitado todo: posibilidades de trabajo, soporte familiar, recuerdos, amigos, idioma y ganas de vivir en general. Estaban derrotados.
Pero eran tres y se salió adelante.
Ese mes de marzo de 1939 la vida parecía que volvía a tomar sentido. Sólo con ver florecer los árboles había bastante para seguir.
Enseguida encontraron trabajo, porque la guerra necesita manos. Josefina empezó como limpiadora en casa del notario, y Vicente entró a trabajar talando árboles para las fábricas industriales. Así, escondidos, a salvo de represalias y con el pequeño Gerardo correteando con dos años y poco, empezaron a reconstruir su vida.
Los rumores no eran sin embargo nada esperanzadores. Hitler estaba sopesando cómo materializar sus ansias de poder en el conjunto de Europa, y en España la división al interior del bando republicano era tan evidente, y la fuerza de los nacionales tan clara, que la rendición de Madrid, último bastión de la República, era un hecho consumado.
Los paseos en bicicleta por "l’étang du Boulet", el camino al lado del río donde los árboles empezaban a echar su flor, eran lo único que alejaba los malos pensamientos de la cabeza del Señor y la Señora Pena en aquella primavera de 1939.

Mercado negro

Wikipedia, esa enciclopedia a la que una pone reparos, pero acepta por necesidad, indica: “El término estraperlo o straperlo es usado en España para referirse al comercio ilegal de bienes sometidos a algún tipo de impuesto o tasa por el Estado. Por extensión, es una actividad irregular o intriga de algún tipo, y se usa como sinónimo de mercado negro. A quien practica el estraperlo se le llama estraperlista”. Demos por válida esta definición, para contar el siguiente capítulo de esta historia.
Elena tenía fiebre. “Une fièvre de cheval”, diría el médico de Dingé. Paños humedecidos, leche caliente, hierbas varias, no le sacaban de aquel estado. Josefina no sabía qué hacer. Vicente estaba en el bosque, talando árboles, escondido frente al acoso alemán en el norte de Francia.
-¡No pasará nada!-le dijeron los otros refugiados españoles en aquél pueblo perdido de la Bretaña francesa. -Mañana en Rennes habrá alimentos para tus hijos, y tal como está el patio, y cómo nos están tratando los franceses, esto sólo significa mirar por nuestros propios intereses, ¡nada más!-
Elena soñaba: manzanas, árboles, su amiga Joelle…Porqué no podía coger la manzana del árbol de Monsieur Rébihard? Total, todos eran familia, y los manzanos se veían hermosos detrás del murete. Joelle decía “Tu vas me trahir, j’en suis sûre”. Entonces aparecía la “maîtresse” y le decía en tono amenazador: ¡la petite espagnole doit bien se comporter!” Y ella seguía pensando en la manzana roja que había visto en el jardín de Monsieur Rébihard…
Vicente pensaba en la mantequilla salada. Esa mantequilla que se hace únicamente en Bretaña y que permite,- hum!!-mezclar lo dulce y lo salado y saborearlo a un tiempo. ¡Qué buenos eran estos franceses para la comida!
“¡40 degrés! Cette petite est très malade, il faut la soigner rapidement! Se alarmó el médico. Josefina le despidió después de que le dejara la medicación prescrita.
Acto seguido se fue a casa de los Arcús, los españoles que montaban el dispositivo para ir al día siguiente a Rennes.
-No podrá ser!-les dijo- mi hija tiene mucha fiebre y no puedo dejarla.
Juan Arcús se quedó de piedra: “Ven con nosotros, Josefina, ¡alguien puede cuidar de la niña! ¡Es la única manera de conseguir alimentos! ¿No has visto como nos tratan? Esta es la única manera de que podamos tener dignidad. Si los franceses no nos ayudan, nos ayudaremos nosotros.
-No, dijo Josefina. Lo siento, pero no puedo ir, le dijo al cabeza de familia.
Llegó a casa pensativa.
-¡Si no puede ser, no puede ser mujer! dijo Vicente, pensando en la mantequilla, la mermelada, y el embutido que intuía allí sería fácil de conseguir. ¡La cría es lo primero!
Al día siguiente hubo redada en Rennes, y los españoles acusados de estraperlo fueron llevados, según se rumoreó en el pueblo, a campos de detención con destino poco claro.
Vicente siguió soñando con la mantequilla salada y a Elena..., bueno, a Elena se le pasaron las pesadillas de momento gracias a la ayuda de su amiga Joelle.

dissabte, 12 de març del 2011

Josefina tomó aire

Josefina tomó aire. El 29 de mayo de 1940 le pareció una fecha preciosa. Llena de primavera y de luz. Y es que la luz y los campos tenían ese calorcito agradable, donde la naturaleza se disponía a dar sus primeros frutos. En Combourg, pequeña localidad de la Bretaña francesa, ese era el ambiente que se respiraba, a pesar de que, sin lugar a dudas, Europa se estaba convirtiendo en el escenario de una guerra que iba a ser mundial, e iba a costar la vida de millones de personas.
Combourg es un pueblo pequeño, sembrado de bicicletas y dominado por un castillo espectacular. Por lo demás es normal, es decir que tiene sus “épiceries”, “poissonneries”, y otros servicios que los nativos del lugar cultivan con cariño, ya que allí, además, había vivido uno de los grandes escritores que Francia admiraba con devoción: François-René, vizconde de Chateaubriand, según nos dice wikipedia, ese instrumento que, reconozcámoslo, nos saca actualmente de unos cuantos apuros. Sólo indicaré aquí que fue un hombre que fluyó del liberalismo al conservadurismo, al servicio de la política, y que, después de una vida bastante convulsa, pero tal como había pedido expresamente en su testamento, fue enterrado en la isla de Grand-Bé, un lugar al que sólo puede accederse a pie desde Saint-Malo cuando baja la marea.Acontecimiento digno de análisis y tal vez aviso para navegantes en los tiempos que corren.
La cuestión, a efectos de este escrito, es que la enfermera del pequeño hospital de la comunidad no estaba muy asustada, aunque el bebé de la refugiada daba problemas. El pequeño hospital de Combourg acogía ya a soldados que luchaban en los frentes abiertos por el nazismo. Todavía no eran muy dramáticas las consecuencias y todavía no se habían producido las desgracias que afectarían a Francia en los siguientes años. Pero en el ambiente se percibía cierto desasosiego por lo que pudiera pasar en los frentes.
Tal vez por eso la enfermera se tomó con calma que Josefina gritara con tanto pavor, y tener que sacar más paños de lo normal…Hasta que vio a la niña:
Elena - así le había dicho la refugiada española que se llamaría el bebé en caso de ser niña-,era grande, morena, guapísima, y lloró. Lloró mucho. Una muñequita, con las manos grandes, con los pies pequeños, inconsciente de un exilio forzado y de un destino marcado por los acontecimientos de la segunda guerra mundial. Josefina tomó aire.
Tomó aire y recordó como había conseguido llegar hasta allí. El inicio de la guerra, algunas sensaciones de triunfo poco duraderas para llegar a la derrota. Y finalmente la huída. La huida a través de campos de refugiados que finalmente le conducían a una nueva vida. Había peleado, y mucho, y su niña respiraba.

Una nova oportunitat

La sensació de pessimisme que ens envaheix afecta tots els nivells de la nostra vida quotidiana: xarxo-social, personal, laboral, política...
Crec sincerament que hem de trobar la manera de superar aquesta situació. No comptem amb eines a curt termini, ni amb píndoles que facin canviar les coses d'un dia per l'altre. Però sí que ens hem de preguntar si els patiments que tenim són nostres o si estem carregant, sense ser-ne conscients, amb el dolor d'altres.
Crec que la primavera és un bon moment per plantejar-se tot això, perquè d'aquí uns dies, oh meravella!, tot començarà a créixer de nou, però el dolor de néixer s'ha de passar. La primavera és el millor moment de l'any i a Barcelona les pluges ens estan preparant aquest terreny.
Nosaltres seguim en el nostre hivern, però el cos i la ment saben ja que tenen una nova oportunitat i busquen el nou moment. Mica en mica, no cal córrer, és millor gaudir de la transició, perquè l'any que vé, quan ens hi tornem a trobar, les memòries físiques, mentals i emocionals ens ajudaran de nou a fer el pas.

dimecres, 2 de març del 2011

Gràcies doctor

A La Vanguardia d'avui he llegit que havia mort el Doctor Ramon Gajo, un cirurgià que va acompanyar molts malalts en el seu camí de dolor, entre ells la meva mare en el seu calvari contra el càncer, el qual al final va vèncer, no us penseu, tot i que s’hi va deixar la vida.
El Doctor Gajo la visitava en un gran despatx, decorat a l’antiga, amb un llum suau, pots de farmàcia a les prestatgeries, llibres de medicina escampats per tot l’espai, i música, molta música clàssica: des d’òpera fins a quartets de corda, passant per simfonies i requiems…Un soroll que segurament el devia ajudar a passar el tràngol de dir-li a una persona que el seu temps s’acabava.
Aquell caliu i sobretot la seva personalitat feien que cada vegada que hi tornàvem, per molt que la noticia fos pitjor que l’anterior, la malalta se sentia segura, com protegida per una mà que li prometia que la vida continuaria. I de retruc l’acompanyant sortia amb una mica més de forces per allargar l’alè de vida que quedava.
Un home petit, amb una mirada negra profunda, intel•ligent, d’una intel•ligència que només podia provenir, crec jo,de l’amor que tenia per la seva feina i de la seva fe en Déu. Quan llegia un informe que no li agradava, la mirada se li encongia un moment, expulsava el fum de la seva cigarreta amb filtre i feia algun comentari com ara “Sembla que fa més fred aquesta setmana, oi? Allò era l’avís, l’alerta prèvia i un crit a la concentració perquè el següent que diria seria la manera en que havíem de continuar la lluita.
Quan algú el contradeia en les seves opinions o hi havia una urgència, no es posava nerviós. Mirava cap endavant com si a l’horitzó hi fos escrita la resposta. La resposta d’un home culte, professional però a més un home amb una capacitat d’estimar el seu pròxim com poques persones. Amb dolçor, amb amabilitat, era capaç de reconduir la notícia,donar suport i anunciar el següent pas, tot d’una.
Si explico això és perquè de vegades em trobo amb gent a qui se li ha dit directament a la cara: “vostè té un càncer, farem quatre sessions de quimio; això no és res”; o en canvi gent de qui te n’enteres que ha mort “després d’una llarga malaltia”. Són maneres diferents de fer front a allò a que tenim por. No crec en els extrems sinó en les persones i en allò que necessitem en cada moment, i en casos com aquests, això sí que us ho puc ben assegurar, la manera de dir les coses, d’acompanyar les persones, es torna igual d’important que la malaltia.
Benvinguda sigui la lluita contra el càncer, els avenços tecnològics, però també, perquè no, la marihuana per calmar el dolor a aquelles persones que pateixen, o el silenci per a aquelles que no volen saber a què s’enfronten. Però per damunt de tot això, benvingudes siguin les persones com el Doctor Gajo, perquè sense elles, els éssers humans, amb les nostres pors, les nostres misèries i alegries estaríem molt més desvalguts per fer front a allò que ens terroritza.
Gràcies Doctor per tot el que va fer pels seus malalts. Segur que allà on vagi ara continuarà fent aquesta feina tan immensa.

dissabte, 19 de febrer del 2011

La guerra no tenía conciencia de serlo

La guerra no tenía todavía conciencia de serlo, ni de lo que iba a comportar. Los milicianos iban y volvían del frente cuando lo consideraban oportuno.

A los trece días del nacimiento del hijo de Josefa, el 28 de noviembre de 1936, la quinta del 31, la de Vicente, fue llamada a filas. Se presentó en el cuartel y empezó su movilización hasta el final de la guerra. Su primer destino, en bando nacional, fue el frente de Santa Quiteria. El frente de Santa Quiteria debe su nombre a una ermita, situada en lo alto del pueblo de Tardienta, en Huesca. De estilo neogótico, fue destruida durante la Guerra Civil. El altar mayor está presidido por Santa Quiteria, San Nicolás y San Roque. La vista que se ofrece desde allí permite ver todo lo que se mueve desde el sur y el este, zonas del asalto republicano.

Hacia el mes de diciembre, Vicente fue enviado a Biescas, donde conoció al sargento Ballarín, que, viviendo en Francia, vino a luchar en la guerra española, aunque, después de varias conversaciones, dedujo, no sabía bien a que había venido. Desde el principio, Vicente se encontraba a disgusto en esta lucha, no sólo por sus ideas republicanas, sino también por la estructura de las filas en las que le había tocado servir.

Estos eran los movimientos y sentimientos que se daban en el famoso frente aragonés, allí donde la guerra civil, junto con Cataluña, tuvo la máxima expresión de una guerra fratricida. Entre familias, hermanos, primos, vecinos, el miedo a la represión, la llamada a filas o el encarcelamiento, se desarrollaba una de las actitudes más crueles y destructoras pero también más humanas: la delación. Todos debían optar por uno u otro bando para no ser presa del otro. Pero en el frente, el enemigo se diluía, y los soldados no sabían bien contra que luchaban. En lo que al frente real se refería, sobre todo al republicano, reinaba la confusión y no existía liderazgo ni capacidad de unión:
"Hacia octubre el frente, más o menos continuo, iba desde la cuenca del Alfambra, en el sur, hasta el Pirineo; las fuerzas que cubrían el frente por el lado republicano no eran muy coherentes ni estaban bien dotadas de armamentos; por su parte, la V División, aunque reforzada y mandada por Manso de Zúñiga, se limitaba a impedir penetraciones en Huesca y sector Pina-Osera. La vida se organizaba en ambas retaguardias de este Aragón partido en dos. En las zonas que teóricamente quedaban bajo la jurisdicción del Estado republicano, las columnas militares de la C.N.T. convocaron a los campesinos de las localidades de sus sectores y condicionaron la creación de colectividades, a veces agrarias, y otras de la vida local total; si muchas colectividades respondían a la voluntad de aquella población rural, hubo otras formadas por el temor a las armas. También un Consejo Regional de Aragón fue formado por iniciativa de una asamblea regional de la CNT, y presidido por Joaquín Ascaso, se instaló en Fraga a mediados de octubre de 1936. Este organismo casi independiente fue creado sin contar siquiera con el Comité Nacional de la C.N.T. ni con el gobierno, en el que eran ministros cuatro militantes de la misma central sindical. Sin embargo, en noviembre este Consejo fue «institucionalizado» y reconocido por Largo Caballero, jefe del gobierno; participaron también en él, aunque con carácter minoritario, socialistas, comunistas y republicanos. Sin embargo, el Consejo siguió gobernando a su libre arbitrio; en febrero de 1937 organizó en Caspe el Congreso de la Federación Regional de Colectividades. De hecho, todo el poder continuó en manos del anarcosindicalismo".(1)
(1)Beevor, Anthony: “la Guerra Civil Española”, Editorial Crítica, 2005

divendres, 18 de febrer del 2011

Por fin era domingo

Aquesta és la historia d’uns amics meus. Una historia més sobre la guerra civil que va patir aquest país, i sobre les conseqüències que va tenir. Estarà etiquetada com a “Fem memòria” al meu blog, anirà en forma d’episodis, i sí, forma part de la meva vida. L’escric per diverses raons, en homenatge principalment, però també per si és capaç de despertar consciències. També t’he de dir que està escrita en castellà perquè així és com la vaig sentir i estimar. Però com que no és més que una de les moltes històries que van patir homes i dones del país durant quaranta anys, en descric les escenes que crec que poden ser més útils per tal que un lector del segle XXI entengui les conseqüències de les guerres. Per si pot contribuir…gràcies i benvinguda sigui la teva lectura.


Por fin era domingo…

Por fin era domingo. Iba a pasar el día con su marido, después de una dura semana de trabajo. El bebé pesaba, Josefa ya estaba de seis meses. Y en Zaragoza hacía un calor sofocante, el sofocante domingo 18 de julio de 1936.
Aquella mujer fuerte, la pequeña de siete hermanos de los que sólo quedaban dos con vida, con el pelo color castaño (casi rubio!!, se decía ella y decía ella a sus amigas), esperaba su primer bebé un año después de casarse con Vicente, el hombre que yacía al lado en su cama. Huérfano, aunque con dos hermanos de un posterior matrimonio de su padre, era conocido en el pueblo como el sobrino de la tía Pabla, la carnicera. Un mocetón alto y moreno, que con el bigote fino y bien recortado que su mujer le había aconsejado dejarse, tenía un aire a artista de cine que le hacía irresistible.
Por fin domingo!, pensó él, y a su pensamiento se acopló un sonido de sirenas cruzando la calle.
Josefa se levantó todo lo rápido que le dejaban las piernas, y se puso la bata. Café y tortetas para desayunar.
-Que pasa?
Cogió la jarra para la leche y se dirigió a la puerta, la abrió, y bajó los escalones del principal hacia abajo. A eso de las diez pasaba la mujer del lechero, con los bidones de leche recién ordeñada en un carro, arriado por una mula.
Allí estaba.
-¿Sabes lo que ha pasado Josefa? dijo la lechera, “Franco se ha sublevado contra la República, Zaragoza está tomada por los militares, hay carros de combate y cañones en la plaza de la Independencia”
A Josefa le faltó el aire. En el espacio de segundos le pasaron los peores pensamientos por la cabeza. Sabía que las cosas no iban bien, pero las sirenas, el calor, el bebé, la lechera,…
-Ah, vaya! –dijo, con la cara desencajada- dame un litro y quédate la vuelta. Le extendió unos céntimos con la mano.
- Esto va a ser muy gordo! La lechera rió y arreó a la mula por la calle de la Cadena con destino al Coso.
Subió los escalones hasta el principal y allí estaba Vicente. Con los tirantes todavía a la altura de sus pantalones de domingo, y con media cara cubierta con la espuma de afeitar.
-¿Desayunamos? ¿Has oído el ruido de las sirenas? ¿Qué habrá pasado?, dijo mirándola. Hacía días que Vicente estaba preocupado. Está demasiado pálida- se dijo- está embarazada, sí, pero está demasiado blanca…
-La lechera me ha dicho que los militares han tomado Zaragoza, dijo Josefa, Franco se ha sublevado.
-No será nada, tranquila, respondió.
Vicente fue hacia la cocina, y cogió la cafetera.

dimecres, 2 de febrer del 2011

Siete consideraciones sobre la medicina bioenergética

1. Se la considera la medicina del futuro, porque trata al ser humano en todas sus dimensiones al mismo tiempo, cuerpo, mente y espíritu, que son expresiones de una misma cosa: energía. La Medicina Bioenergética es la ciencia médica integradora de diagnósticos y terapias naturistas, dirigidas a la prevención, tratamiento y recuperación integral del organismo como un todo único.
2. Los orígenes de este tipo de terapias se sitúan en la filosofía hinduista y en su tradición milenaria, aunque su aplicación, tal como la entendemos en Occidente, se desarrolla a partir del descubrimiento de Albert Einstein, a principios del siglo XX, que demostraban que todo es energía, al no ser más que el resultado de multiplicar la masa por una constante, cuyo valor es el que hace variar el resultado energético.

3.  Somos un conjunto complejo de campos energéticos. Cuando cierto campo predomina, presentamos una energía específica: vibraciones de enfado, positivas, etc. Cuando los niveles de energía son alterados, se crea un desbalance de la misma, que se transfiere a otros órganos provocando un exceso de energía en unos, y una deficiencia en otros. Estas variaciones pueden producir lo que luego identificamos con una  “enfermedad”.

4. Un cuerpo sano tiene forma de onda regular. Esta onda se va alterada en casos de enfermedad, estrés, etc. Muchas personas sin síntomas aparentes tienen ya en sus células perturbaciones que pueden causar una enfermedad en el futuro. La Medicina bioenergética obtiene la curación corrigiendo estos desórdenes energéticos. ¡Cambie la energía y cambiará la manifestación de la masa!

5. La Medicina Bioenergética es además una medicina no-invasiva, por lo que puede trabajar mano con mano con la medicina moderna para reconducir los campos energéticos del cuerpo (desde los más sutiles a los más físicos) a su modo óptimo de funcionamiento, a través de diferentes técnicas.

6. Una de ellas es el Balance Polar Electromagnético, desarrollado por el doctor Francisco Ríos Álvarez, médico acupuntor y psicólogo colombiano. Esta técnica analiza las polaridades que se crean al generarse distorsiones energéticas en el ser humano, y corrige estas distorsiones a través de filtros de acetato que ejercen su acción con base a un efecto fotoeléctrico.


7. La Medicina Bioenergética pasa a engrosar por tanto el conjunto de técnicas que pueden ayudar al ser humano, desde la acupuntura a la homeopatía, desde los antibióticos hasta las plantas, desde las técnicas manuales hasta el Ayurveda milenario, desde el agua hasta la tierra, desde el alimento hasta el aire: todo, si se puede convertir en información, llega a ser un valioso instrumento adaptado a las condiciones de cada persona, para darle a cada uno todo lo que necesita, pero sólo lo que necesita.







dimarts, 1 de febrer del 2011

Actors polítics i transició al món àrab: Paisatges després de la batalla


 Un cop escapçats els règims autoritaris de Tunísia i Egipte, un cop desapareguda la punta de l’iceberg, cal afrontar la magnitud de la tragèdia. Les visions reduccionistes del que ha succeït al món àrab durant els darrers dies són les que afavoriran la inacció, la inèrcia i la tendència a esperar; reduccionistes perquè pretenen veure les revoltes com una qüestió purament interna, o com un cop sobtat, degut a la pujada de preus dels darrers mesos. I reduccionistes també si pretenen que l’evolució d’aquests fets només dependrà de les poblacions afectades.
No crec que descobreixi res de nou en indicar alguns dels actors polítics que seran clau en el curt i mig termini per als països on s’ha desencadenat l’anomenada “revolució”. En canvi, em sembla important assenyalar que tots tenen la seva importància, que han d’actuar ràpidament i que cap d’ells està exempt d’un rol i d’una responsabilitat en el nou escenari. Em permeto doncs fer aquesta petita llista, per tal de remarcar l’abast i les conseqüències que aquestes revoltes poden tenir i tindran i el pes dels actors en joc.

1.Els líders potencials polítics d’aquests països: alguns a l’exili, d’altres empresonats, d’altres havent sobreviscut en silenci, caldria ara que d’una manera ràpida, consensuessin els elements bàsics que poden afavorir una transició exitosa: el paper i pes de la construcció de l’estat de dret en la transició, com obrir el terreny de les llibertats polítiques i afavorir el desenvolupament dels drets econòmics i socials, quin diàleg amb les potències amb les quals (saben que) hauran de negociar...en un context on la por a l’evolució dels preus del petroli, l’augment de l’islamisme i la posició i influència d’Israel són realitats que caldrà tenir en compte.
2.La Unió Europea, que fins ara està fent un paper que no es correspon en absolut amb la seva ambició de ser un actor al món, i que no mostra sinó la paràlisi en la qual es troba. De fet, és com si tot el sistema d’estabilització i promoció de la seguretat a la Mediterrània, que en el fons i en la forma semblaven absolutament necessaris des dels atemptats de l’11-S, estigués fent-se miques, mentre que un rostre digne del món àrab, fart de patir autoritarisme, corrupció i terrorisme se’ns dibuixa clarament. Tot i que no ho veig com a possibilitat, la desiderata seria que la UE comencés a treballar realment per a afavorir nous diàlegs, nous actors i abandonés la posició erràtica i de replegament que està mostrant en aquest context.
3.Els Estats Units, que, sense cap dubte, haurien de ser capaços de convertir-se en l’acompanyant d’aquesta transició, a través d’una política prudent i equidistant respecte al conflicte a l’Orient Mitjà i les seves implicacions.
4.Les instàncies i organismes internacionals o regionals que tenen influència econòmica o política directa sobre el devenir dels països del sud de la Mediterrània. Des de la pressió que poden exercir les missions de Nacions Unides per a avaluar el respecte pels drets humans, fins als programes que la UE té per a millorar la governança, el bon govern, la democràcia i el desenvolupament a la Mediterrània, hauran d’adaptar-se a la nova realitat.